Las enfermedades cardiovasculares están relacionadas con otras enfermedades crónicas, como la diabetes o la enfermedad renal. En algunos casos, estas enfermedades relacionadas pueden definirse colectivamente como un nuevo síndrome cardiometabólico, el síndrome CKM.

En conjunto, son la principal causa de muerte entre hombres y mujeres en los Estados Unidos, donde uno de cada tres adultos tiene tres o más factores de riesgo que contribuyen a la enfermedad cardíaca, metabólica y renal, según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA). La situación es extrapolable a los países europeos.

En la revista especializada Circulation, la AHA ha publicado recomendaciones actualizadas para tratar el síndrome en cuanto a prevención y terapia, con el fin de poder tratar las enfermedades cardiovasculares de forma más eficaz. 

¿Qué es el síndrome CKM?

Probablemente hayas oído hablar del llamado síndrome metabólico. Es una combinación de factores de riesgo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y vasculares, diabetes y enfermedad del hígado graso en los afectados.

Los factores incluyen obesidad, presión arterial alta, niveles altos de lípidos en sangre y resistencia a la insulina. Dada la elevada prevalencia de factores de riesgo en la población, que favorecen simultáneamente el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y renales, este concepto se ha ampliado ahora con las consecuencias para la salud de los riñones.

Los factores de riesgo

Los factores que influyen más importantes en el síndrome CKM incluyen:

  • Índice alto de masa corporal (IMC)
  • Presión arterial alta
  • Niveles alto de lípidos en sangre, como el colesterol.
  • Hemoglobina A1C (HbA1C) alta

Todos estos factores pueden contribuir a que se dañan los glomérulos y los canales renales, y que la función renal disminuya, lo que a su vez tiene un efecto desfavorable sobre la función cardíaca.

La causa del síndrome

Según los cardiólogos estadounidenses, la causa del síndrome CKM es una acumulación excesiva de tejido graso en la cavidad abdominal.

En este tejido se producen sustancias mensajeras que desencadenan una reacción inflamatoria en el organismo, lo que favorece la resistencia a la insulina y la alteración de la función vascular.

Como resultado de todo ello, los pacientes desarrollan diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y renales.

Las cuatro etapas del síndrome CKM

Los autores del estudio esperan que la definición del nuevo síndrome sirva para agrupar medidas adecuadas en la prevención y la terapia. Para ello, describen también las cuatro etapas del síndrome.  

Etapa 1

La primera etapa describe un ligero sobrepeso y una distribución poco saludable de la grasa corporal, como, por ejemplo, acumulaciones de grasa en la zona abdominal. También puede haber alteración de la tolerancia a la glucosa o prediabetes. En este caso, el tratamiento se centra en mejorar los factores del estilo de vida (por ejemplo, pérdida de peso).

Etapa 2

El segundo nivel incluye personas con diabetes tipo 2, presión arterial alta, niveles poco saludables de lípidos en sangre o enfermedad renal. Los pacientes en este nivel tienen un mayor riesgo de empeorar la función renal y cardíaca. Se pueden utilizar medicamentos para controlar la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol.

Etapa 3

En este nivel están los pacientes que se encuentran en las primeras etapas de la enfermedad cardiovascular sin síntomas, los pacientes con factores de riesgo metabólico o enfermedad renal, o los pacientes con un alto riesgo previsto de enfermedad cardiovascular. El objetivo de la terapia aquí es contener las enfermedades ajustando el estilo de vida y la administración de medicamentos.

Etapa 4

En el nivel más alto se encuentran los pacientes con enfermedades cardiovasculares sintomáticas, así como con exceso de grasa corporal, factores de riesgo metabólico o enfermedad renal.

Además, el síndrome CKM se divide en dos subcategorías, una en pacientes con insuficiencia renal y otra sin ella. También es posible que en esta etapa los afectados ya hayan sufrido un infarto o un derrame cerebral o padezcan insuficiencia cardíaca. El objetivo del tratamiento entonces es la enfermedad cardiovascular existente, teniendo en cuenta los factores de riesgo del síndrome CKM.

El diagnóstico temprano del síndrome CKM es crucial

La AHA pide un mayor desarrollo del cálculo de riesgos. Actualmente se utilizan datos demográficos como la edad, el sexo y el origen, así como los niveles de colesterol. Además, se registra para cada paciente la presencia de hipertensión arterial y diabetes tipo 2, así como el factor de riesgo de que alguien fume.

Los expertos sugieren complementar los datos de tensión arterial, colesterol, triglicéridos y glucosa con mediciones de la función renal. A partir de esta información se puede predecir la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral y una insuficiencia renal en 10 y 30 años.

Referencias científicas: