Las piernas realizan un trabajo esencial para nuestra salud y bienestar todos los días. Sin que nos demos cuenta, bombean sangre constantemente hacia el corazón mientras caminamos, al sentarnos o al acostarnos. Es comprensible que las piernas se cansen de vez en cuando. Cuando esto ocurre, para evitar la sensación de piernas pesadas, se pueden tomar algunas medidas.

Piernas pesadas debido a insuficiencia venosa

Si la sensación de piernas cansadas es frecuente y aguda, conviene que lo consultes con el médico para descartar la existencia de alguna enfermedad subyacente.

En general, la causa más frecuente para las piernas cansadas es una dificultad para el retorno de la sangre o insuficiencia venosa. Hay una predisposición genética a sufrir este problema, pero también lo favorecen el sedentarismo y las malas posturas.

Si se pasa mucho tiempo en una misma posición, como sentado o de pie, la sangre literalmente se acaba acumulando en las piernas. Son síntomas, además de las piernas cansadas, los tobillos hinchados, picores, calambres y sensaciones de hormigueo.

El problema es más frecuente en verano porque los vasos sanguíneos se dilatan y las válvulas venosas pierden capacidad para impulsar la sangre. La circulación sanguínea se vuelve más lenta y difícil, y las piernas se sienten pesadas y débiles. Aunque se haga ejercicio durante el día, las piernas se hinchan y duelen por la noche.

Remedios naturales para tratar las piernas pesadas

Si tienes piernas pesadas ocasionalmente, pueden ayudarte unas medidas sencillas:

1. Levanta las piernas

Si estás sentada ante un escritorio, levántate frecuentemente para dar unos pasos. También puedes, estando sentada, estirar las piernas y apoyarlas sobre otra silla o una papelera. Este sencillo gesto hará que tu circulación sanguínea vuelva a ponerse en marcha y aliviará la pesadez.

En cambio, no es recomendable cruzar las piernas, ni llevar tacones o zapatos muy apretados.

Cuando llegues a casa túmbate de manera que las piernas queden más altas que el corazón durante 10 minutos a menos. También puedes tumbarte y levantar las piernas hasta que formen un ángulo recto con el tronco. En esta posición puedes hacer la tijera o la bicicleta con las piernas.

Luego descansa en el sofá con un cojín bajo las rodillas.

2. Mueve lo que puedas

No importa dónde estés, siempre encontrarás tiempo para realizar movimientos sencillos:

  • Quítate los zapatos y flexiona los tobillos en todas las direcciones.
  • Separa todo lo que puedas los dedos de los pies y luego relájalos.
  • Si estás de pie, balancéate llevando el peso del cuerpo alternativamente a los talones y las puntas de los pies. Es un juego que se puede hacer mientras esperas el autobús o en la cola del mercado.
  • Camina de puntillas con las rodillas ligeramente flexionadas.
  • De pie, flexiona una rodilla y apoya el pie en la cara interior del muslo de la otra pierna. Mantén el equilibrio unos segundos y cambia de pierna.

3. Duchas de contraste

Para que tu circulación vuelva a ponerse en marcha, prueba una ducha de temperatura alterna. Rocía el cuerpo y las piernas alternativamente con agua tibia y fría varias veces. Dirige el chorro siempre hacia arriba, desde los pies a las ingles, en dirección al corazón.

4. Friegas con agua de hamamelis

Prepara una infusión de un puñado de hamamelis seco en un litro de agua recién hervida durante 10 minutos. Cuela, deja que se enfríe y luego hazte unas friegas suaves con un paño humedecido en este agua, siempre desde el pie a la rodilla y de esta a la ingle.

Ten en cuenta que un masaje más profundo y en dirección contraria puede agravar el problema.

5. Masaje con cremas

Puedes realizar un masaje drenantes con un gel frío o una crema que promueva la circulación. En las farmacias y herbolarios encontrarás productos naturales que incluyen extractos de plantas medicinales, como el castaño de indias.

6. Haz deporte regularmente

Si deseas fortalecer permanentemente tus piernas cansadas, planifica ejercicio moderado en tu vida diaria. El entrenamiento regular fortalece los músculos y asegura que todo el cuerpo esté mejor provisto de sangre. A lo sumo, el único dolor de piernas que sufrirás será el de la agujetas.

7. Bebe mucho

Tomar una cantidad suficiente de líquido es esencial para una buena circulación sanguínea. Especialmente en verano se debe beber mucha agua o infusiones sin endulzar.

8. Sigue una dieta rica en flavonoides

Llevar una dieta saludable de base vegetal y evitar el sobrepeso contribuye a prevenir las piernas cansadas. Son especialmente recomendables los alimentos ricos en flavonoides, que mejoran el estado de los vasos sanguíneos. Algunos son los arándanos, las uvas, el té verde, el cacao puro, las ciruelas rojas, las cerezas y las manzanas.

9. Recurre a las plantas medicinales

También te pueden ayudar plantas medicinales como el ginkgo biloba, el castaño de indias, el rusco, la vid roja y la centella asiática.

10. Prueba las medias de compresión

Si deseas evitar la pesadez de piernas a largo plazo, puedes adquirir medias de compresión en farmacias y tiendas de ortopedia. Las medias de sujeción o compresión estabilizan las venas ejerciendo una ligera presión sobre ellas desde el exterior.

Las venas dilatadas se estrechan, lo que permite que las válvulas venosas vuelvan a cerrarse mejor, lo que favorece el flujo de la sangre.