El arroz es el cereal predilecto de los cocineros. Sus deliciosos granos recogen con facilidad los aromas de los ingredientes que les acompañan y casan bien con cualquier preparación, dulce o salada.

Además, no cansa al paladar y en el mercado encontramos muchísimas variedades: de grano largo o corto, suelto o apelmazado, blanco, rojo o incluso negro… Esto le da una versatilidad única, difícil de igualar por otros cereales.

Elige la variedad de arroz que va a mejorar tu estado de ánimo

Existe un tipo de arroz para cada receta que se nos ocurra:

  • El basmati, el más fragante, es ideal para las recetas generosamente condimentadas porque no absorbe tanto los sabores;
  • El arborio, de consistencia cremosa, se suele escoger para los risottos; el redondo, como el calasparra o el bomba, es el que se acostumbra a utilizar en la paella, ya que no se apelmaza y absorbe bien los sabores;
  • El rojo, con sus diferentes variedades, se acomoda a cualquier receta, aunque por el color y su delicado sabor a nuez va muy bien en ensaladas.

Un alimento que sostiene la vida

Más allá de las virtudes culinarias que nos hacen la boca agua, el arroz, símbolo de abundancia y felicidad, es también un alimento extraordinario.

Contiene, de manera concentrada, nutrientes esenciales para el sostenimiento de la vida, y lo que es más importante aún, en una proporción que es óptima para la nutrición humana.

Y es tan fácil de digerir que suele ser el primer cereal con el que se inicia la alimentación complementaria del bebé, entre otras razones porque no contiene gluten.

Mucho mejor si es integral

Sin embargo, no hay que olvidar que sus mejores cualidades están en el grano que aún contiene el germen y el salvado (integral), que es cuando atesora ese potencial de vida que hace posible que pueda germinar y desarrollarse.

El arroz fue venerado por su capacidad para mantenernos fuertes y sanos en las duras condiciones de vida de hace miles de años, y hoy sigue siendo necesario para hacer frente a los desafíos de la vida moderna por su generoso contenido en hidratos de carbono (73%) y por la calidad de esta fuente de energía, que lo convierte en un extraordinario combustible para el cerebro.

Para la medicina energética, que mira más allá de sus moléculas químicas, es además el cereal más equilibrado. Según la tradición oriental es el grano de la meditación, porque su energía, ligeramente contractiva, tiende a llevarnos a nuestro centro, serenándonos y haciendo que la vida nos parezca más sencilla.

Sin bajones

Después de disfrutar de una buena paella vegetal o un risotto notamos una subida de energía y una agradable sensación de bienestar psicológico. El secreto está en el almidón y la fibra, que hacen que sus granos entreguen una gran cantidad de energía, pero de una manera progresiva y dosificada.

El arroz integral es generoso, además, en vitaminas del complejo B, especialmente de B1, B2, B3. Estas vitaminas contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso y previenen trastornos como la ansiedad, el insomnio o la dificultad para concentrarse.

Contiene asimismo ácido fólico y minerales como hierro, magnesio, calcio y potasio. En cambio, su contenido en sodio y grasa es bajo. Puede considerarse, por tanto, un gran sustento alimenticio.

Si quieres disfrutar de un buen plato de arroz, energético y equilibrado, aquí tienes algunas recetas: