En nuestra infancia nos movemos mucho y participamos a menudo en juegos deportivos que nos mantienen en forma, pero a medida que pasan los años y nuestra actividad se vuelve más intelectual, es fácil que nuestra actividad física se vaya reduciendo. Sin embargo, no tardamos en darnos cuenta de que necesitamos mover el cuerpo para sentirnos bien.

Esta idea cobra fuerza en determinados momentos del año, como el arranque de un nuevo año tras las fiestas navideñas o la llegada del buen tiempo y  la promesa del verano. Pero si te encuentras en ese punto es fácil que surja la duda: ¿a qué tipo de gimnasio te conviene ir? La gimnasia sueca del siglo XX se ha diversificado de tal manera que cuesta tomar una decisión.

Por una parte, tenemos nuestros gimnasios occidentales. ¿Cuál es el objetivo de la gimnasia o las técnicas que allí se practican? ¿Nuestra musculatura o nuestros huesos? ¿Se trata solo de mejorar el aspecto físico? ¿O se trata también de la relajación y el bienestar psíquico que sentimos después de estas prácticas?

Por otra parte, tenemos los gimnasios de técnicas orientales, bien asentados en muchas grandes ciudades de Europa y América. ¿cuál es la finalidad de la gimnasia que se practica en estos centros? ¿Aprender a relacionarse con el cuerpo y a partir de ahí, sentirse mejor? ¿O es aumentar la energía?

¿Son antagonistas la gimnasia oriental y la occidental? ¿O comparten el mismo objetivo (la salud), pero utilizan distintos caminos para llegar a él? Para responder a estas preguntas vamos a recorrer dos gimnasios que a primera vista son tan opuestos como Occidente y Oriente.

El centro de fitness o club deportivo

Nuestros viejos gimnasios se llaman ahora centros de fitness.

Básicamente acogen cuatro tipos de gimnastas:

  • Quienes realizan una actividad muy dinámica en salas espaciosas con grandes espejos que recubren sus paredes. Los gimnastas son dirigidos por un monitor-animador quien, a través de unos micrófonos fijados a su cuerpo, marca los movimientos y alienta a los participantes. 
  • Quienes reciben un programa personalizado a la medida de sus necesidades. Como precalentamiento realizan algo de ejercicio aeróbico, a veces con la mirada puesta en alguna pantalla, y después suelen pasar a la sala de musculación para trabajar los músculos por grupos, bien con pesas sueltas o con máquinas
  • Otro grupo de gente se dedica a los deportes de pelota: frontón, squash, tenis, paddle, ping-pong, fútbol sala, baIón volea, bádminton...
  • Por último, encontramos los "gimnastas" que se hallan en la zona de baños. Nadan en la piscina con o sin monitor; hacen aqua-gym, una forma de aeróbic que aprovecha la resistencia del agua, toman unbaño de hidromasaje, se duchan con chorros de agua que salen a presión desde duchas horizontales o verticales. O están entre la sauna, la sala de vapor, las salas de relajación que las acompañan y el solarium. El objetivo principal de esta sección es la relajación.

Cuáles son los beneficios de ir a un centro de fitness o un club deportivo

Estos centros de fitness sirven para mejorar los órganos aeróbicos, devolviendo al corazón y a la respiración el ritmo que por edad les es más adecuado. Permiten eliminar grasas y recuperar la musculatura y con ello la fuerza y la flexibilidad, aumentando la elasticidad y los reflejos físicos.

Gracias a eso permiten estar mentalmente más tranquilo, reducen el estrés, mejoran el aspecto y la forma física y aumentan la capacidad de trabajo a todos los niveles.

Por otro lado, estos espacios pueden sustituir en parte a los bares y discotecas como lugares de encuentro y socialización. Son una invitación a la acción, al lucimiento físico, a la competición, a la solidaridad a través del sudor y de ahí al conocimiento de quien comparte una actividad y participa del mismo ambiente.

Especialidades de los gimnasios en occidente 

Además de para disfrutar de los baños en la piscina o el jacuzzi, el público que acude a los gimnasios de Occidente lo hace para poner en práctica alguna de estas técnicas:

Aeróbic (u otras actividades aeróbicas dirigidas)

Esta gimnasia, practicada ritmo de una música sincopada, se llama así porque estimula los órganos aeróbicos (pulmones y corazón).

Su origen se remonta a los programas de entrenamiento a que eran sometidos los astronautas de la NASA como preparación para ser enviados al espacio. Fue popularizado por la actriz Jane Fonda a finales de los años 70.

Desde entonces ha evolucionado y se ha mezclado con toda clase de técnicas y aparatos

Estas actividades tienen que adaptarse a nuestras necesidades físicas, que se miden por aparatos externos (peso, presión arterial, pulso, distribución de grasas... ), que previamente señala el entrenador, para que luego la posición del cuerpo se adapte a la acción, el ritmo y la coreografía exterior.

Musculación en clases y en la sala de pesas

Consiste en una serie de ejercicios de fuerza que se realizan con pesas o máquinas adaptadas al trabajo de los distintos músculos corporales.

La posición del gimnasta se adapta a las máquinas sobre las que se realizan los ejercicios que, previamente y dependiendo de los deseos o carencias de la persona (más músculos, una silueta más moldeada, más tono muscular... ), ha recomendado un monitor.

Este entrenamiento se llamaba culturismo y más tarde adoptó el nombre de "body building". Dado que nuestra cultura sedentaria no desarrolla la fuerza y a veces solo la cultiva en una parte del cuerpo, estos ejercicios palian estas carencias: dan fuerza en la parte del cuerpo que más la necesita, equilibran el desarrollo muscular y permiten disfrutar de una apariencia física más definida.

juegos deportivos

Son la más antigua manifestación deportiva que conocemos en Occidente.  Al principio necesitaban de grandes espacios al aire libre: frontón, fútbol, balonvolea. tenis... A partir de los años 80, como una parte más de los centros de fitness, aparecen, junto con el ping-pong, los juegos de sala: el squash, el fútbol-sala, el bádminton, el baloncesto con una sola cesta. Se pueden jugar a dos o con varios contrincantes en cada equipo.

El centro de técnicas orientales

Lo primero que salta a la vista cuando entramos en uno de estos centros es la presencia de niños desde los 5 años, la ausencia de ruidos y, normalmente, una única sala muy espaciosa.

También podemos agrupar a quienes entrenan en un centro de técnicas orientales en cuatro actividades:

  • Los que no se mueven y, o bien están concentrados en una posición (sentados en el suelo, en una silla, tumbados o de pie), o bien realizan un ritual de salutación o despedida.
  • Quienes realizan movimientos lentos, suaves y encadenados que acarician el aire.
  • Los que realizan movimientos dinámicos: son explosiones fugaces realizadas con todo el cuerpo, lanzamiento de piernas, movimientos de lucha y movimientos acrobáticos.
  • Los que están en la zona de baños, que pueden ser de agua fría, aire o sol.

Lo que encontramos dentro de estos centros de técnicas orientales es un lugar para la concentración, la absorción de energía, la meditación estática o en movimiento y el ritual.

Técnicas corporales de Oriente

El centro de interés de las técnicas corporales orientales varía con respecto al de las técnicas occidentales.

Donde estaba el cuerpo y su funcionalidad como principal objetivo, hallamos aquí que el objetivo es fomentar un intercambio entre el cuerpo y la tierra. Donde estaba la acción del ser humano y sus efectos colaterales hay que considerar también la posición de quien entrena como premisa para esa acción.

Desde hace milenios en Oriente se practican poderosas técnicas de relajación y de dominio de uno mismo, que acrecientan la conciencia y el equilibrio corporal. 

Estas son algunas de las disciplinas que encontrarás en este tipo de centros:

CHI-KUNG o QI-GONG

Esta palabra china significa entrenar (kung) la energía (chi) y engloba todas las técnicas suaves o dulces de la gimnasia china: masajes, ejercicios de respiración, meditaciones en posición fija, automasajes, etc. Actualmente se practican en la China unas cien clases diferentes de qi-gong.

TAI-CHI-CHUAN

El tai-chi-chuan es una forma de chi-kung basada en las artes marciales. El practicante se desplaza por el espacio realizando movimientos circulares y en espiral como a cámara lenta. Son movimientos conscientes y por ello implican también una danza meditativa.

YOGA

Cuando hablamos de yoga en Occidente generalmente nos referimos a una de sus partes: el hatha-yoga.

Consiste en una serie de posturas conocidas con el nombre de asanas en las que el cuerpo realiza estiramientos acompañados de la respiración consciente.

Su objetivo es una meditación profunda que conecte con una espiritualidad superior que está en nuestro interior.

ARTES MARCIALES

Bajo este concepto se agrupan las disciplinas duras o de lucha que se caracterizan por sus explosiones de fuerza con las piernas, pies, puños, brazos, etc.,  semejantes a las que realizan los acróbatas.

Tienen diferentes nombres según el país de donde procedan: kárate, kung-fu, aikido, etc.

Meditación

Esta técnica persigue la concentración a partir de la respiración, el sonido o la posición. Esta concentración lleva a estar donde estamos haciendo aquello que hacemos, es decir, al aquí y ahora.

Cada país oriental tiene alguna meditación con signos distintivos: la taoísta en China, el Zen en Japón, el vipassana en Tíbet, la del yoga en la India...

El estímulo de los baños

Este estímulo está presente tanto en los centros de fitness occidentales como en los centros de técnicas orientales, pero el enfoque es muy diferente.

En los gimnasios orientales los baños son de tres clases: de agua, que suele estar fría; de aire, exponiendo la mayor porción posible del cuerpo, acompañados de automasaje; y de sol. Todo ello estimula lo procesos biológicos y sube las defensas.

En loscentros de fitness las zonas de aguas son mucho más sofisticadas. Podemos encontrarnos piscinas de agua caliente o fría, de agua dulce o salada. Tenemos saunas, salas de vapor, salas de relajación, duchas a gran presión, bañeras de hidromasaje...

Básicamente se trata de hacer una limpieza de toxinas a partir del sudor que generan las saunas, con el objetivo final de la relajación y el mejor aspecto de la piel.

El gimnasio ideal: La síntesis posible

Los centros de técnicas orientales y los centros de fitness son complementarios.

No estaría mal añadir un espacio para la concentración, el silencio, el recogimiento y el ritual en un centro de fitness. Y que sería un avance que un centro de técnicas orientales contase también con salas de musculación y salas de aparatos para trabajar el cuerpo por partes (tan necesario en nuestros días), así como una zona de diversión y encuentros, y una zona de baños como el centro de fitness. Es decir que abriera sus posibilidades para quien lo necesite en cualquier momento.

Aunar técnicas de Oriente y Occidente ayuda a equilibrar el cuerpo, tanto en sus partes como en la relación con el cosmos. La gimnasia occidental y la oriental se complementan.

Combinando lo mejor de las dos opciones, no habría que renunciar, en ningún caso, a estos aspectos.

  • Una buena posición es la mejor premisa para realizar cualquier acción, sea ésta del tipo que sea.
  • Saber cómo nos sentimos potenciará nuestra capacidad de ver y oír, así como nuestro rendimiento.
  • Conocer nuestro ritmo interno ayuda a equilibrarse y tonificarse, ahorrando agujetas, lesiones, etc.
  • La energía vital (chi o qi) es la que posibilita no sólo que una persona esté o luzca fuerte, sino que sea realmente fuerte.
  • Los juegos preparan para resistir los embates de una sociedad competitiva. El arte marcial enseña el valor de la solidaridad.
  • Las zonas de baños occidentales, por su diversidad y complejidad, incluyen y completan a las orientales.

Para terminar, hay un elemento fundamental para decidirnos a escoger un tipo de centro u otro: el factor humano. En el centro de técnicas orientales es el maestro o profesor. En el centro de fitness son distintas personas: desde el recepcionista hasta el monitor, pasando por el masajista, el entrenador y los diferentes encargados de las secciones.

Todos ellos deben satisfacer nuestras necesidades y llegar a conocernos físicamente lo bastante bien como para recomendarnos los ejercicios que según el tipo de vida que llevamos, o nuestras condiciones anatómicas, nos puedan ayudar a mejorar en todos los sentidos.