La osteoporosis es un fenómeno natural demasiado relativizado y temido, que se insiste en medicalizar cuando la solución radica en mantener un comportamiento higiénico adecuado. Te contamos en qué consiste esta enfermedad y cómo prevenir la osteoporosis con un tratamiento natural.

¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis se define como la disminución de la masa ósea por unidad de volumen en relación con la que se considera normal para una determinada edad, sexo y raza. Se trata de una alteración cuantitativa ya que, aunque hay menos hueso, el que queda es normal.

Esta pérdida de masa ósea conlleva a veces un incremento del riesgo de fractura, principalmente de cadera, columna y colles (la parte distal del radio).

Esta pérdida del tejido óseo se debe a una disminución de las existencias de calcio que contienen los huesos, que se vuelven porosos y pierden su resistencia.

Osteoporosis: síntomas

  • Dolores difusos aunque tenaces, generalmente dorsales o lumbares.
  • Deformaciones debidas al aplastamiento de las vértebras que se comprimen. La persona se arquea o se encorva.
  • Una disminución progresiva de la estatura, de entre 3 y 12 cm.
  • En general se le ha llamado la enfermedad silenciosa, porque a veces zonas muy descalcificadas sólo se detectan en radiografías o en personas que ya han padecido fracturas óseas.

La reacción ante la osteoporosis depende de cada persona, de la gravedad del proceso, de si provoca dolor o deformaciones, de la psicología del paciente y de su cultura, de si le inhabilita en su contexto familiar y social...

Es importante que la persona correlacione los beneficios del ejercicio con los de la dieta equilibrada y una actitud optimista, de gran importancia a largo plazo.

La osteoporosis se manifiesta a menudo en el contexto de múltiples pérdidas sensoriales (de vista, oído, etc.), que a su vez conducen a una pérdida de relaciones personales y de la capacidad de utilizar recursos afectivos, justo cuando también es frecuente que mueran amigos y hasta el cónyuge.

Entonces aparecen la angustia, la irritación por sentirse viejo, los lamentos e incluso la depresión. Es importante tomar conciencia de la situación y tener una esperanza realista.

Osteoporosis: tratamiento natural para prevenir

La prevención de la pérdida de masa ósea es en realidad el mejor tratamiento de la osteoporosis. Por ello es importante iniciar la profilaxis antes de que se produzca la pérdida definitiva.

Practicar ejercicio regularmente

Flexibiliza y fortalece las articulaciones y toda la estructura ósea. Constituye la forma más segura de evitar la osteoporosis.

Comer productos ricos en calcio

Son alimentos ricos en calcio la leche y sus derivados pero también los cereales, los higos secos, el tofu de soja, las legumbres o las avellanas. A partir de los 50 años, para garantizar los necesidades del organismo sin agotar el capital de los huesos, hacen falta de 1 a 1,5 g de calcio diarios en la dieta.

Además, conviene comer sano. Las preciadas sales minerales y oligoelementos indispensables para proteger el sistema óseo se encuentran prioritariamente en las legumbres, las frutas, las harinas completas, las semillas, los cereales y las almendras.

Una dieta basada en estos alimentos es susceptible de aportar cantidades suficientes de calcio, flúor, boro y silicio para fabricar huesos sólidos.

En este vídeo te damos algunos consejos para favorecer la asimilación de los nutrientes en la dieta:

Equilibrar el aporte mineral

El metabolismo del calcio constituye una red inextricable de equilibrios activos: la variación de un solo elemento produce perturbaciones en cascada.

Es así como se conoce ahora que otros oligoelementos intervienen en la mineralización ósea y la fijación de calcio:

  • El magnesio es la sal mineral complementaria del calcio en el hueso. Una dieta rica en magnesio permite una mejor utilización del calcio.
  • El flúor, que ha sido objeto de nuinrosos estudios sobre los dientes, juega de hecho el mismo papel en los huesos.
  • El silicio es necesario para la constitución de los huesos de los niños, en los cartílagos de unión.
  • La presencia de boro parece importante para frenar la fuga cálcica y también para aumentar la tasa de estrógenos séricos que ayudan a la fijación de calcio.

Para una buena mineralización es necesaria una relación óptima entre el fósforo y el calcio. Un exceso de fósforo frena la absorción cálcica, y la alimentación moderna de tipo industrial contiene grandes cantidades de fosfatos utilizados como conservadores.

Entre las vitaminas, un aporte óptimo de la C favorece la formación del cartílago, importante para las articulaciones.

Beneficiarse de la fitoterapia

Las plantas ricas en silicio son buenos complementos de un tratamiento general.

  • Galeopsis (Galeopsis tetrahit). Se recomiendan una o dos tazas diarias de su infusión (de 20 a 30 g de planta seca por litro de agua).
  • Cola de caballo (Equisetum arvense). Muy rica en sustancias minerales, sobre todo silicio y potasio. Su decocción se prepara con 4 o 5 g de planta por litro de agua, que se hierven durante 15 minutos. Se indican cuatro tazas diarias, descansando diez días de cada treinta.
  • Harpagofito (Harpagophytum procumbens). Sólo en casos de dolor. Se hierve una cucharadita de planta por medio litro de agua durante un minuto. Se deja reposar toda la noche, se cuela y se reparte en 3 vasos, para tomar uno antes de cada comida.

Eliminar los factores de riesgo

El alcohol, el tabaco, el café y la sal son los grandes enemigos de la salud ósea.

Vigilar los fármacos.

  • Corticosteroides. En la osteoporosis originada por la toma de fármacos con corticosteroides, por lo general la pérdida de masa ósea suele ser muy elevada.
  • Anticonvulsivos. Estos medicamentos se recetan contra la epilepsia y los ataques espasmódicos. Al perjudicar el metabolismo del hígado provocan una carencia de vitamina D y, en consecuencia, un déficit de calcio.
  • Antiácidos. Neutralizan el ácido gástrico y se toman sobre todo en caso de úlcera de estómago. Los antiácidos contienen aluminio, que provoca una elevada eliminación del calcio y, por tanto, la pérdida de masa ósea.
  • Preparados tiroideos. Las dosis elevadas de preparados tiroideos actúan de un modo parecido a la hiperfunción del tiroides sobre el metabolismo óseo.

El gas carbónico de las bebidas gaseosas genera acidez. Para neutralizarlo y eliminarlo, el cuerpo utiliza reservas alcalinas, sobre todo potasio y calcio. Demasiada acidez hace vaciar el calcio de los huesos. Mejor moderar su consumo.

Para reducir la acidez conviene ingerir alimentos alcalinizantes, como las frutas y hortalizas, pero también respirar bien, pues el oxígeno alcaliniza los líquidos en los que se bañan las células. Moverse, andar y correr ayuda a la sangre a circular y a eliminar los residuos ácidos.

Tomar un poco de sol

La exposición de la piel al sol hace posible la síntesis de la vitamina D, necesaria para la absorción intestinal del calcio.

Darse masajes

La aplicación del masaje como tratamiento de la osteoporosis es una buena terapia, sobre todo para personas sedentarias. Se debe realizar siempre de una forma suave.

El efecto vasodilatador que proporciona la acción del masaje ofrece al paciente de osteoporosis una gimnasia pasiva, además de proporcionarle un descanso general. Las técnicas de manipulación más indicadas son: pases digitales, tecleteos, amasamiento digital, rodamientos, amasamiento dígito-palmar y pulpo-pulgar, roces digitales, roces digitales circunflejos, vaciamientos y vibraciones.

Quedan excluidas las técnicas de osteopatía, como la manipulación vertebral.

Factores que favorecen la osteoporosis

Algunos factores de riesgo resultan imposibles de evitar porque son de orden genético o médico. Por el contrario, existen otros que sí son controlables, relacionados con el estilo de vida y sobre los que se puede actuar.

¿Quién tiene mayor riesgo genético de padecer osteoporosis?

  • Las mujeres que tienen en sus parientes cercanos casos de osteoporosis con fracturas pueden haber heredado una tendencia a esta afección.
  • Las que son delgadas, de baja estatura y poco musculosas están más amenazadas que las más gruesas porque fabrican menos estrógenos.
  • Por razones directamente relacionadas con la privación de estrógenos, aquellas que han tenido una menopausia precoz natural o que han padecido una extirpación de los ovarios, se encuentran en clara desventaja.
  • Las mujeres de raza blanca, piel clara y pelo rubio, lo mismo que las asiáticas, son más propensas a sufrir osteoporosis que las mujeres negras, que poseen una mayor masa ósea.
  • Por último, también entran en juego algunas enfermedades que imponen la ablación quirúrgica de una parte del intestino o del estómago (como la enfermedad de Crohn), que conlleva una disminución de la absorción intestinal del calcio.

¿Qué factores de riesgo de la osteoporosis se pueden prevenir?

  • La vida sedentaria y, con mayor motivo, la inmovilización prolongada, a veces inevitable, aceleran la disminución del calcio en los huesos.
  • El tabaco actúa en varios sentidos: por una parte, entorpece la absorción digestiva del calcio y, por otra, acelera la llegada de la menopausia.
  • El alcohol en dosis excesivas actúa de forma negativa sobre los ovarios y acelera asimismo la pérdida de calcio.
  • El abuso de la cafeína es sin lugar a dudas una de las mayores causas de pérdida de masa ósea.
  • Una alimentación inadecuada pobre en calcio y excesiva en proteínas acelera la pérdida de masa ósea.
    • Las proteínas son ricas en nitrógeno y fósforo, y para compensarlo el organismo tiende a extraer calcio del hueso.
    • Además, la sal aumenta la excreción de calcio por la orina.
    • Dosis elevadas de calcio, grasas, proteínas y alcohol inhiben la absorción del magnesio, mineral que también forma parte de los huesos. Son alimentos ricos en magnesio los cereales integrales y las hortalizas.
  • La falta de vitamina D, que se sintetiza gracias a la radiación solar que llega a la piel y se almacena después en el hígado, no permite la absorción intestinal del calcio. Se recomienda tomar el sol de forma regular cinco o diez minutos al día, especialmente en invierno, aunque sólo sea en las manos y la cara.

Ejercicio para aumentar la masa ósea

La actividad física regular refuerza los músculos, que a su vez estimulan los huesos porque favorecen su irrigación sanguínea y les aportan el oxígeno y las sustancias que necesitan.

  • Caminar. Veinte minutos al día caminando y ejercicios musculares y tónicos tres veces a la semana son suficientes para dinamizar los músculos y el esqueleto. Hay que evitar los movimientos bruscos.
  • Correr. Las mujeres que corren regularmente aumentan considerablemente su masa ósea en comparación con aquellas que no practican ninguna actividad física.
  • Nadar. La natación y los ejercicios en el agua disminuyen el peso sobre las vértebras y el dolor, y mejoran la musculatura adyacente.

El hueso como tejido vivo

El hueso no es un tejido inerte sino en continua renovación. El organismo está constantemente destruyendo (osteolisis) y construyendo (osteogénesis) tejido óseo, en un proceso denominado remodelación ósea.

La destrucción corre a cargo de las células llamadas osteoclastos y la construcción, de los osteoblastos. Ambas trabajan durante toda la vida.

Durante el crecimiento (infancia y juventud), la actividad osteoblástica es mayor, con lo cual el esqueleto crece y aumenta la masa ósea hasta la madurez (30-35 años), cuando se alcanza el pico de masa ósea.

El 90% de esa masa ósea máxima se acumula antes de los 20 años y el 10% restante, entre los 20 y 35 años. Cuando la actividad entre los osteoclastos y los osteoblastos está equilibrada la masa ósea se mantiene constante.

A partir de los 30-35 años, el equilibrio entre formación ósea y resorción (destrucción) se altera, y la actividad de los osteoclastos supera a la de osteoblastos. Durante el embarazo y la lactancia, el hueso está protegido contra la pérdida de calcio, al contrario de lo que se cree.

El metabolismo del calcio constituye una red inextricable de equilibrios activos: la variación de un solo mineral produce alteraciones en cascada.

Libros sobre osteoporosis y salud ósea

  • La osteoporosis; Patrick Gepner. Ed. Paidós.
  • Cómo fortalecer los huesos; J. Bassey y S. Dinan. Ed. Parramón