La sudoración excesiva (o hiperhidrosis) puede tener diversas causas. Las más evidentes son el calor extremo o realizar esfuerzo físico, pero hay muchas otras, desde problemas de salud (como el hipertiroidismo o la diabetes) hasta vivir una situación de estrés o un ataque de ansiedad.

También hay algunos motivos que en ocasiones pueden pasar más desapercibidos, como los medicamentos que tomamos, lo que se conoce como hiperhidrosis inducida por fármacos. En este artículo te detallamos los medicamentos que producen sudoración excesiva.

Medicamentos que producen sudoración excesiva 

Son diversos los medicamentos, algunos de ellos de uso común, que tienen como efecto secundario el aumento de la sudoración, aunque no tiene por qué ocurrirles a todas las personas que los toman.

Antidepresivos

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y norepinefrina son medicamentos que suelen prescribirse para tratar trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad.

Ambos tipos de medicamentos tienen la sudoración excesiva como efecto secundario y se cree que esto se debe a su efecto en los niveles de serotonina y norepinefrina en el cuerpo, unos neurotransmisores que están involucrados en la regulación de la temperatura corporal y la sudoración.

Antipiréticos

Los antipiréticos (también llamados antitérmicos), como el paracetamol, son medicamentos que se utilizan para bajar la fiebre.

Cuando bajan la temperatura corporal, el cuerpo lo puede compensar promoviendo la pérdida de calor a través del sudor, lo que puede provocar una sudoración excesiva a medida que el cuerpo trata de enfriarse.

Medicamentos para la diabetes

Algunos medicamentos utilizados para la diabetes, como la insulina y las sulfonilureas pueden causar sudoración excesiva como efecto secundario cuando reducen los niveles de azúcar en la sangre (hipoglucemia). Esto ocurre porque desencadenan la liberación de hormonas del estrés y activan el sistema nervioso simpático, lo que provoca síntomas como sudoración, temblores y ansiedad.

Terapias hormonales

Los tratamientos hormonales (como la terapia de reemplazo hormonal para la menopausia, los anticonceptivos, los tratamientos para los problemas de tiroides o los corticosteroides) pueden provocar sudoración excesiva debido al efecto de las hormonas en la regulación de la temperatura corporal y la producción de sudor.

Las hormonas juegan un papel clave en diversos procesos fisiológicos y los cambios en los niveles hormonales pueden alterar la forma en que el cuerpo responde a los cambios de temperatura.

Opioides

Algunos analgésicos opioides, como la morfina y la oxicodona, pueden causar sudoración excesiva como efecto secundario debido a su impacto en el sistema nervioso autónomo, que controla varias funciones involuntarias del cuerpo, como la sudoración. Además, los opioides pueden afectar a diferentes partes del cerebro, lo que provoca varios efectos secundarios, entre ellos el exceso de sudor.

La sudoración también puede aparecer cuando una persona que ha estado tomando opioides de forma habitual deja de hacerlo o reduce su uso, como un síntoma de abstinencia.

Antipsicóticos

Algunos medicamentos para tratar problemas de salud mental como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y algunos tipos de depresión pueden causar un aumento de la sudoración como efecto secundario.

Se cree que esto ocurre porque bloquean los receptores de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que está involucrado en la regulación de la temperatura corporal y la sudoración.

Los conocidos como antipsicóticos “típicos” o antiguos (como el haloperidol, la clorpromazina o la tioridazina) tienen efectos anticolinérgicos, es decir, pueden inhibir la actividad del sistema nervioso parasimpático, que interviene en la regulación de la sudoración.

Por otro lado, los antipsicóticos pueden afectar al metabolismo y el gasto energético, lo que provoca un aumento del calor corporal y la sudoración.

Antibióticos

Aunque la sudoración excesiva no es un efecto secundario habitual de los medicamentos antibióticos (que se usan para combatir las infecciones bacterianas), sí puede ocurrir en algunos casos.

Los antibióticos pueden alterar el equilibrio de las bacterias en el cuerpo, lo que puede provocar diversos síntomas, entre ellos los sudores nocturnos. Además, algunos antibióticos pueden elevar la temperatura corporal y provocar fiebre y, con ello, un aumento de la sudoración.