¡Mmmmhh! ¡Qué bien sienta este jersey! Alguna tarde ya empieza a apetecer enfundarse en una prenda de lana para recorrer el campo solos o junto a nuestros seres queridos.

Al contemplar lo que se extiende ante nosotros observamos que, si bien en la naturaleza todavía hay vida, la vibración energética ya va disminuyendo de intensidad, camino del recogimiento.

Todavía hallamos frutos y verduras en el huerto, pero estos alimentos parecen más bien resultado de la incontenible fuerza de las estaciones anteriores.

En pocas semanas los árboles se despojarán de sus hojas, que tapizarán nuestros paseos vespertinos, y su savia empezará a descender hacia las raíces.

Para sintonizar con este momento, en la cocina conviene tratar los alimentos de forma que se generen energías que induzcan la interiorización y la relajación y aumenten el calor interno.

Nuestras actividades también reflejarán esta actividad, pues es tiempo de retomar el trabajo y los estudios y de realizar tareas con un planteamiento menos extrovertido y activo.

Antiguamente se consideraba esta época templada del año un buen momento para la reflexión y la disposición de proyectos. Se puede realizar un retiro de veinticuatro horas para restablecer la paz interna, realizar buenos propósitos y renovarse en los aspectos esenciales.

Son muy distintos los objetivos de cambio que se realizan en otoño respecto de los del invierno. En otoño, los propósitos suelen basarse en las necesidades más auténticas.

A la extroversión estival, la indolencia y la calma chicha, le sigue el recogimiento interior, tras el que hallamos una fuerza de determinación tranquila y segura.

ANTE TODO MUCHA CALMA

Esta sociedad del café instantáneo no acaba de lograr la felicidad instantánea. Es posible que seamos más "ricos", pero no tanto que seamos más lúcidos.

Aunque no hayas decidido cambiar nada de tu vida, puedes reflexionar tranquilamente sobre lo que te sorprende o lo que amas realmente. Las posibilidades son infinitas: la reproducción por esporas, las fiestas de la vendimia, el vuelo de un pañuelo al cuello de una motorista, la llegada de la niebla, la elaboración de conservas caseras o el antidiluviano discurso político sobre el crecimiento económico. No te llevará mucho tiempo encontrar la dirección que quiere tomar tu corazón, tu verdadera brújula.

Habla y escucha con el corazón. A fin de cuentas no pasa factura por las consultas. Sintoniza con él y deja que despierte a la fuerza transformadora de la gratitud. Siempre tenemos algo por lo que sentirnos agradecidos. ¿Qué podemos esperar del universo si no apreciamos lo que tenemos y lo que se nos ofrece a cada momento?

"En esta casa vive un poeta; la tristeza no entra por la puerta", decía Pablo Neruda. No podemos cerrar siempre la puerta a la tristeza, pero las puertas permiten tanto entrar como salir.

Así que si algún día de este otoño la vida te ofrece la posibilidad de agrietar la coraza de tus emociones y aflora un sentimiento de ternura, se abrirán las compuertas de las lágrimas. Llora, llora abiertamente con todo tu corazón.

Tras un buen llanto tenemos la sensación de habernos vaciado, de haber soltado material acumulado que no hacía más que estorbar, y reconectamos con un corazón que, una vez más, está dispuesto a sentir.

La mayor parte de nuestra vida discurre a través de días corrientes a los que no prestamos gran atención. Pero durante la jornada existen muchos momentos que podemos transformar en espacios de tiempo especialmente brillantes: saborear un zumo recién exprimido, compartir una sonrisa en el autobús, empezar un buen libro son placeres simples que nos pueden pasar por alto, por no hablar de preparar los nuevos esquejes de geranios, podar la parra o reordenar el trastero. En sintonía con ello proponemos una serie de puntos para sacarle al otoño el máximo partido.

Soltar lastre

El lastre es toda piedra, arena, agua u otra cosa de peso que se dispone en el fondo de una embarcación, a fin de que ésta entre en el agua hasta el nivel en que convenga, o en los globos para que asciendan o desciendan más rápidamente.

¿Cuántas exposiciones nos quedan por visitar? ¿Cuántas opiniones debemos acabar de elaborar para mantener una conversación? ¿Qué último estilo de música flamenco-chill-out cabe distinguir? La cultura amplía nuestro mundo pero tiene un precio.

No permitamos que la obsesión por estar al día se convierta en ansiedad que nos impida alcanzar la simplicidad en la vida.

Llega el momento de la sencillez, de disfrutar con las pequeñas cosas de cada día. Lo pequeño es hermoso. La verdadera simplicidad como opción vital consciente ilumina la vida de cada uno desde su propio interior. Experiméntalo por ti mismo.

Depuración preventiva

Un poco de limpieza no vendría mal.

Junto con la primavera, el otoño es la mejor época para realizar un ayuno (en cualquiera de sus intensidades), pues no hace mucho calor ni mucho frío. Con la pausa digestiva movilizamos reservas y dejamos que el cuerpo se reorganice para recibir la siguiente estación.

Un buen ayuno al empezar el otoño puede ser la mejor forma de prevenir una gripe temprana. Con esa depuración voluntaria se previene así la depuración "forzada" que acarrea la enfermedad, ahorrando la convalecencia y gozando además de una insólita mezcla de serenidad y lucidez.

La cura de uvas, de zumo de zanahoria o de jarabe de arceson tres ejemplos fáciles y saludables de limpieza corporal interna que repercutirá positivamente en el ácido úrico, la hemoglobina y todos los colesteroles del organismo.

Potencia la creatividad

El ser humano es creativo por naturaleza: basta ver el juego del niño o su capacidad para dibujar y expresarse a poco que no se le coarte. Pero a partir de cierta edad el miedo a no hacer las cosas bien puede resultar paralizante.

No conviene pues delegar la creación en profesionales. Todos tenemos hermosas cualidades para manifestar. Basta con darse permiso, soltarse y dejar salir lo que llevamos dentro.

Expresa tu creatividad. Aprende a manifestar tus impresiones de forma armónica: música, pintura, poesía, decoración, jardinería, tejido ... como medio para expresar los aspectos intuitivos de tu personalidad.

La creatividad es terapéutica y puede aplicarse a múltiples facetas para disfrutar de un otoño y un invierno más ricos.

Plantas medicinales

Qué duda cabe de que la equinácea, el tomillo, la salvia o el eucalipto nos ayudan en esta hermosa estación.

Conócelas, trabájalas, experimenta personalmente cómo estimulan a tu organismo en particular, más allá de lo que cuenten los libros o las revistas.

Algunas personas encuentran en la cola de caballo su piedra filosofal que les mantiene libres de todo germen. Para otras son la hoja de nogal o los pétalos de caléndula los que ayudan a resolver unas anginas de semanas de evolución.

LA ESTACION DEL METAL

Para la medicina tradicional china, el otoño es el momento del pulmón y del intestino grueso, que se relacionan con el elemento metal.

Las personas sensibles a esta época sufren resfriados, estreñimiento o problemas cutáneos, que pueden prevenirse o mejorarse con acupuntura.

Para esta ciencia, pionera en demostrar que el cuerpo es energía y no únicamente materia, la avena es el cereal que más tonifica el pulmón. En copos, en sopa, en muesli... la avena es sabrosísima.

En Oriente se cocina con nabo para tonificar el pulmón y prevenir los resfriados invernales.  Asimismo el clavo, el jengibre, la mejorana y el cardamomo son las especias del otoño.

Un médico tradicional chino recomienda ahora todas las que son picantes, pues estimulan al pulmón. Si el cuerpo las tolera bien podemos añadir también la pimienta, la guindilla y el curry.

Sí a la introspección

Mantener cierta distancia con la "industria del entretenimiento" es una práctica con resultados saludables y enriquecedores. Los parques temáticos concentran muchos espectáculos pero la vida cotidiana puede ser aún más imprevisible y admirable.

Cultiva tus sentidos, especialmente el del humor. Estamos aquí cuatro días, ríe con el corazón. No discutas, dale la vuelta a las cosas, ganarás tiempo y eficacia.

Y, sobre todo, aprende a reírte de ti mismo antes que a enfadarte con las circunstancias.

Descubre el silencio. No se nos educa precisamente para eso, en este mundo saturado de alicientes... Pero aprende a estar en silencio. 

Escucha el silencio, mira el silencio, toca el silencio, huele el silencio... En el silencio no hay alegría, pero tampoco hay tristeza. El silencio es tranquilidad, paz; descúbrelo y gózalo.

Cuida la aliMentación

Octubre trae consigo un nuevo cambio que el cuerpo detecta a la perfección. ¡Cuántas personas afectadas de enfermedades crónicas experimentan ahora una reagudización de sus dolencias!

Nos hallamos ante un nuevo momento de cambio en el que la mejor respuesta es justamente saber adaptarse.

Por ello a principios de otoño es recomendable empezar poco a poco una transición dietética. Te aconsejo: 

MENOS ALIMENTOS FRÍOS

Suprime comidas y bebidas frías y reduce la abundante cantidad de frutas y ensaladas crudas que ingeríamos hace apenas unas semanas.

MÁS VERDURAS REDONDAS

Estas verduras y las raíces pueden incorporarse en los platos cotidianos. Aportan la energía y las sales minerales más adecuadas para fomentar la salud en la nueva estación.

ENLENTECE LAS COCCIONES

Tanto al vapor, como estofados, salteados o en la olla a presión, la cocción permite calentar, reforzar, nutrir, concentrar y endulzar los alimentos.

Aunque en algunos platos ese efecto será más evidente que en otros, el propósito es obtener un sabor dulce natural.

Alimentos para ganar defensas

Algunos alimentos nos llevarán de la mano para potenciar las defensas de cara al invierno que se avecina.

Los cereales integrales, los frutos secos y muy especialmente las castañas contribuyen a tonificar las defensas

Sea en la esquina de la avenida de una gran ciudad, sea en la cocina de la abuela del pueblo, las propiedades de la castaña residen en su simpática redondez y también en su aroma. Bien masticadas y ensalivadas, aportan toda la energía necesaria para enfrentarse a la estación.

APRENDE A COCINAR

¡Lo que el mundo necesita no son más libros de cocina, sino más cocineros!

La cocina es una segunda sala de meditación, por la alquimia y el orden que puede generar. En mi cocina hay un grillo, que ignoro dónde se esconde, pero parece que está a gusto, porque canta.

Experimenta el placer de la creatividad en lugar de seguir un proceso automático, apresurado e inevitable. Ayuda a sonreír más.

El ejercicio ayuda

Mueve el esqueleto. En fase sedentaria las venas se convierten en un recipiente sanguíneo más o menos quieto que el corazón debe esforzarse para mover y que no quede definitivamente estancado

El simple caminar o ir en bici ayuda al corazón a movilizar la sangre, pues la contracción de los músculos al caminar masajea las venas impulsando la circulación sanguínea. De modo que camina, pasea, nada, corre ... y sonríe.

Estira el cuerpo. En los pequeños pueblos de nuestro sur europeo los abuelos van tranquilos al huerto, azada al hombro, a doblar el lomo y tocar la tierra con el margen de los pies.

En la ciudad, esto se traduce en genuflexiones de diversa índole, la mayoría de las cuales son versiones más o menos parciales del yoga ancestral de la India que, en resumen, conducen a estirar, contraer y doblar las articulaciones. Eso previene la artrosis, pues las culturas que se sientan en el suelo no padecen artrosis de la cadera, por ejemplo.

Experimenta el placer

Reencuéntrate con el placer como sea que tú lo experimentes. Fotografía unas setas o un sendero con el sol de la mañana, canta, prepara un herbario, recoge verduras silvestres para la ensalada...

Tenemos una vida regalada si la sabemos aprovechar. Aparte de ganarse la vida, compartirla con nuestros semejantes y acortar la distancia que nos separa de ellos es una de las actividades más placenteras.

Aprende a dar y a recibir masajes. Descubrirás paisajes corporales previamente desconocidos. Si un masaje de cuerpo entero se antoja demasiado para empezar puede hacerse uno en los pies, cuya técnica es sencilla. No hay nada más agradable al terminar el día.

Después de cenar, acostados los niños, os podéis ofrecer un hermoso masaje de reflejoterapia podal, simplemente presionando con la punta del pulgar (hay que procurar que la uña esté muy bien cortada) los puntos de las plantas de los pies donde parezca haber más tensión de lo habitual.

Poco a poco la presión la irá disolviendo.

HIDROTERAPIA EN CASA

En el verano nos zambullimos en agua fría por necesidad. Ahora... también; únicamente reducimos la dosis. Cuando sientas el cuerpo caliente, sigue rematando las duchas con unos breves segundos de agua fría al final.

Y no abuses mucho del agua hipercaliente, que favorece los posteriores picores cutáneos. Este invierno la gripe quizá no llamará a tu puerta.

Baños con esencias

Zambúllete en las flores. Los baños de aceites esenciales te impregnan de naturaleza.

  • La lavanda es espasmolítica, cicatrizante, y antiinflamatoria cutánea.
  • La menta es digestiva, estimulante, fortalece el hígado, analgésica y suavemente carminativa.
  • El pachulí es cicatrizante y tónico venoso, resultando ideal contra la dermatitis seborreica y el impétigo.
  • La rosa (a evitar en el primer trimestre de embarazo) es sedante, antiinflamatoria y astringente.

Pero además las esencias de las plantas influyen directamente sobre el ánimo, en un proceso cuyos mecanismos apenas estamos empezando a comprender.

Saber concentrarse

Vivimos en un mundo saturado de estímulos, donde cada vez cuesta más seguir un camino recto. Si uno trata de concentrar su atención en lo que está haciendo siempre puede encontrar un motivo para distraerse. Pero con ello nos quedamos fácilmente con una versión superficial de las cosas.

¿Cuál es el antídoto? ¡Profundizar en una sola cosa cada vez! Concéntrate en lo que haces, como cuando un niño lee un cuento apasionadamente.

Evitar la dispersión mental es también una forma de reducir la pérdida de energía, tan corriente hoy día.

El cielo también está en el suelo

Los micólogos avezados no suelen revelar dónde se encuentran las setas más sabrosas. Eso forma parte de su mundillo. Pero no pretendemos privarles de sus boletos.

En nuestras salidas al campo podemos degustar ocasionalmente los frutos del bosque pero prevalece la contemplación; no vamos en pos de ningún botín material.

Sólo anhelamos sintonizar con la belleza y afinar nuestra armonía con lo que la naturaleza nos ofrece.

 Quizá no hay forma de ser más consciente del cielo que paseando mirando el suelo. Las hojas, las piedras, los brillos, los frutos ... ¿no parecen disponerse como las estrellas del firmamento?

Hay algo cósmico en la textura de una roca, en cómo el musgo salpica el suelo o en las yemas que se orientan hacia la luz. La vieja sentencia ya lo dice: Como es arriba es abajo.

De manera que mira hacia donde desees: el cielo y la tierra están siempre están ahí. 

Vacía tus pulmones

Cada mañana ventilamos las habitaciones de nuestra casa para renovar el aire.

De la misma manera deberíamos oxigenar nuestros pulmones a fondo por lo menos una vez al día, pues la respiración convencional utiliza sólo una parte restringida de la capacidad pulmonar.

Aprende con un amigo o un profesor los ejercicios clásicos de respiración de yoga (pranayama), o de chikung. Tus neuronas te lo agradecerán.

La medicina china considera el otoño la estación del pulmón. Es pues buena idea poner más conciencia en la respiración, lo cual puede prevenir los resfriados tan bien como la equinácea.

Más que de respirar hondo, se trata de exhalar profundamente, a ser posible el doble de tiempo del que se dedica a inhalar. De ese modo se garantiza un buen vaciado de los pulmones, requisito básico para poder llenarlos.

Soltar, dejar ir, es también la mejor forma de sintonizar con la naturaleza del otoño