Un dolor o sensibilidad en la cadera, acompañada de hinchazón y rigidez, puede indicar que existe una inflamación en una bursa, algo que se conoce como bursitis de cadera.

Algunas personas pueden preguntarse si es bueno caminar con bursitis de cadera. La respuesta es que, siempre que no cause más dolor, andar puede ayudar a reforzar la musculatura y reducir la inflamación en caso de sufrir bursitis de cadera. En este artículo te contamos cómo identificar la bursitis en esta zona y la mejor manera de caminar para mejorar la afectación.

Bursitis de cadera: qué es

Las bursas (o bolsas sinoviales) son pequeñas bolsas llenas de líquido sinovial que se encuentran entre el hueso y los tendones o músculos y que los protegen y actúan como amortiguadores para evitar la fricción.

Están ubicadas alrededor de las articulaciones y son esenciales para que funcionen correctamente. La inflamación de las bursas se conoce como bursitis.

En el caso de la cadera, son dos las bursas que suelen inflamarse:

  • La que recubre la protuberancia ósea del hueso de la cadera, denominada trocánter mayor. Su inflamación es la más habitual y se denomina bursitis trocantérea.
  • La bursa del psoas ilíaco está en la parte interna de la cadera (en la ingle) y cuando se inflama el dolor se nota en el área de la ingle.

¿Cuáles son los síntomas de la bursitis?

El dolor, que puede ser constante o intermitente, es el principal síntoma de la bursitis de cadera y su localización varía en función de cuál sea la bursa inflamada. También puede haber:

  • Hinchazón.
  • Enrojecimiento.
  • Sensibilidad.
  • Rigidez en la articulación.
  • Dificultad para moverse.
  • Debilidad en la zona afectada.

bursitis en la cadera: causas

La bursitis de cadera puede deberse a diversos factores, como:

  • Una sobrecarga en la articulación de la cadera por realizar demasiada actividad física o movimientos muy repetitivos.
  • Una lesión en la cadera, provocada por una caída o un golpe.
  • Una mala postura al caminar o estar de pie, por ejemplo, por tener una pierna más larga que la otra.
  • Una enfermedad inflamatoria crónica, como la artritis reumatoide.
  • Otras enfermedades como la gota o la espondilitis anquilosante.

¿Se puede caminar con bursitis de cadera?

Aunque en un primer momento conviene reposar para que baje la inflamación, pasados unos días caminar no tiene por qué representar un problema, siempre y cuando no provoque demasiado dolor o incomodidad. De hecho, conviene mantener una actividad física (moderada) que no empeore la inflamación en la bursa de la cadera.

Realizar paseos, con una intensidad y duración moderada y utilizando un calzado cómodo y adecuado, puede ayudar a fortalecer los músculos de alrededor de la cadera y a mejorar la flexibilidad. También pueden ayudar otros ejercicios de bajo impacto, como nadar o hacer posturas suaves de yoga.

No obstante, si aparece dolor o la inflamación empeora hay que bajar el ritmo o parar hasta que estés más recuperado.

En cualquier caso, es recomendable consultar al médico o fisioterapeuta antes de realizar cualquier tipo de ejercicio para asegurarte de que no es perjudicial en tu caso concreto.

¿Cómo se cura la bursitis en la cadera?

Es importante averiguar cuál es la causa de la bursitis de cadera para poder aplicar el tratamiento más adecuado, que también dependerá del alcance de la inflamación. En general, el tratamiento puede incluir:

  • Fisioterapia para fortalecer los músculos y mejorar la postura.
  • Descanso y evitar aquellas actividades que causan dolor o tensión en la zona hasta que la bursa se recupere.
  • Aplicación de hielo, en las etapas iniciales de la bursitis o si hay dolor agudo, o calor para aliviar el dolor persistente y la rigidez.
  • Masajes suaves en la zona afectada para reducir la inflamación.

En algunos casos, si la inflamación es grave y no remite, el médico puede recomendar medicamentos antiinflamatorios, inyecciones de corticosteroides o incluso la cirugía para quitar la bursa.