De nuevo llega el frío. Los árboles van perdiendo sus hojas poco a poco a la vez que vuelven las bajas temperaturas. En esta época del año nos interesa estar preparados para resistir los virus respiratorios y otros problemas de salud que son más frecuentes en invierno, aunque no seamos conscientes de ello.

La medicina tradicional china tiene mucho que ofrecer en este sentido porque uno de sus fundamentos es la adaptación a los ciclos estacionales. A través de la alimentación, las plantas medicinales, los hábitos saludables o las terapias podemos velar por nuestra salud para poder atravesar el invierno en las mejores condiciones posibles.

La repentina llegada del frío afecta especialmente las personas mayores, a los niños, a las personas «frioleras» y a aquellas que sufren de enfermedades crónicas, pero puede llegar a afectarnos a todos con la aparición de síntomas como fatiga, apatía, pérdida del deseo sexual, estados depresivos, fobias, ansiedad… En el orden físico, en invierno se incrementan los dolores articulares y musculares, en especial en las rodillas y en la zona lumbar. También hay una predisposición a la sequedad de ojos, ojeras, edemas de las extremidades, dolor menstrual y mala circulación. Aumenta, incluso, el riesgo de sufrir afecciones graves como ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares. Frente a esta realidad, la medicina tradicional china aconseja 7 hábitos que ayudan a reestablecer el equilibrio en el organismo cuando hace frío. 

1. acostarse entre las 10 y las 11 de la noche

Para prevenir esta serie de problemas, ¿qué podemos hacer? La medicina tradicional china se sustenta en las leyes de la naturaleza y en la búsqueda de la armonía. La salud es el resultado del equilibrio y la concordia entre las estructuras del cuerpo y sus funciones (un equilibrio interno entre cuerpo-mente-energía), y, además, entre el cuerpo y la naturaleza, incluyendo la sociedad de la que uno forma parte.

Como se puede observar en la naturaleza, con la primavera nace el biorritmo del chi (la energía vital), en verano se produce su crecimiento, en otoño se cosecha y durante el invierno se reserva, preparándose para la renovación del próximo ciclo vital. En consecuencia, el invierno pide al cuerpo que descanse lo máximo y gaste lo mínimo para llegar a un equilibrio vital óptimo. El objetivo es que el cuerpo no se enfríe y mantenga una adecuada circulación del chi y de la sangre.

Un buen descanso por las noches ayuda a estar más sanos y con una mejor capacidad de memoria y concentración. La disminución de las horas de luz y las temperaturas bajas del invierno afectan al chi vital. Para regular nuestros ritmos circadianos corporales y los patrones de sueño y estado de ánimo, se puede prolongar el tiempo de sueño una o dos horas.

Un momento apropiado para irse a dormir es entre las 22 y las 23 horas, para despertarse entre las 7 y las 8 horas. Levantarse tras la salida del sol y acostarse cuando anochece es una regla que conviene tener como referencia.

2. tomar una infusión tonificante para Cuidar los riñones

En invierno nos toca prestar atención especial al riñón, el cual, según la medicina tradicional china, contiene el chi dominante durante esta estación.

Las funciones del riñón son la filtración de la sangre y el control del balance hídrico, pero la medicina tradicional china lo relaciona también con el miedo y las fobias.

El cuidado consistirá en asegurar la hidratación y el equilibrio entre minerales para evitar la deshidratación cutánea y de las mucosas, que son importantes barreras de defensa del sistema inmunitario y lugares donde se distribuye una capa fina de energía por su superficie, que se denomina chi-wei. También es fundamental la hidratación para prevenir trastornos circulatorios e incluso las afecciones del corazón y los pulmones.

Para hidratarse en invierno conviene beber agua tibia al levantarse por la mañana. Además, debemos comer más alimentos de naturaleza cálida que en verano u otoño y a temperaturas tibia o caliente. Es recomendable reducir la ingesta de bebidas y de grandes ensaladas frías, que se sustituyen por verduras al vapor o cocidas y sopas calientes o cremas de verduras. Después de las comidas se pueden tomar infusiones calientes. Los líquidos y los vapores que inspiremos proporcionarán calor al cuerpo y protegerán las mucosas.

También se recomienda aumentar la ingesta de cereales integrales como el arroz rojo, el mijo y la quinoa, de raíces o tubérculos como la yuca, y de frutos secos y semillas como la nuez, las castañas y el sésamo negro.

De nuestra dieta mediterránea son aconsejables las legumbres y sobre todo los caldos. Todos estos alimentos refuerzan los órganos que necesitan especial cuidado durante el invierno. En cambio, conviene evitar los alimentos excesivamente grasos porque favorecen la producción de flema y mucosidad, lo que dificulta la buena circulación de sangre y chi.

Infusión tonificante

Esta infusión tonificantes es ideal para cuando llega el frío: 

  • Hierve 2 litros de agua en un recipiente de cerámica, barro o cristal. Añade una cucharadita de clavos de olor, una ramita de canela y regaliz.
  • Tapa y deja hervir 5 min. Añade una cucharada de manzanilla, una de bayas Goji y 5 láminas de jengibre.
  • Apaga el fuego y deja que repose 5 min. Se puede añadir miel si se desea.

3. bañar los pies en agua caliente por las noches

Antes de irse a la cama, una buena idea es bañar los pies en una palangana con agua caliente durante unos 15 minutos. Sin embargo, no es bueno para nuestra piel que nos duchemos y lavemos el pelo diariamente con agua muy caliente, a pesar de que nos parezca muy apetecible. El agua a más de 40 ºC reseca la piel, la daña y dificulta sus funciones. La ducha ideal sería breve y con agua tibia, a una temperatura ligeramente por debajo de la corporal.

Además, la temperatura de la habitación donde dormimos no debe ser demasiado cálida. Una temperatura entre los 15 y los 20 ºC favorece un sueño más reparador.

4. practicar los 8 tesoros del chikung

Las personas aficionadas al ejercicio pueden seguir practicando sus deportes favoritos teniendo en cuenta que conviene hacer más calentamientos y de menos intensidad, pues en un clima frío es más fácil lesionarse.

El mejor momento para la actividad exterior es cuando aún nos acompaña la luz solar, pero no a primera hora de la mañana o en zonas boscosas, ya que apenas llegan los rayos del sol.

Antes y después de hacer ejercicio, los estiramientos son muy beneficiosos para todas las edades, pero debemos hacerlos con prudencia y correctamente, teniendo presentes las condiciones físicas de cada uno.

A las personas no acostumbradas al deporte no les conviene realizar actividades físicas intensas en esta época del año en el exterior. Son más recomendables las actividades suaves de interior, que se pueden combinar con ejercicios energéticos, de respiración controlada y de concentración mental como el taichí y el chikung.

Beneficios del chikung

 Existen técnicas de chikung muy recomendables para reforzar el chi y prevenir los desequilibrios más frecuentes durante los meses fríos.

  • Las ocho joyas, brocados o tesoros componen una serie de ejercicios sencillos que equilibra el yin y el yang y aporta bienestar físico y mental. Es la serie tradicional de ejercicios que muchos chinos realizan cada mañana en los parques.
  • Seis sonidos curativos: Creada por Sun Si Miao, prestigioso medico chino del siglo VI, la técnica trabaja con los sonidos xu, he, hu, si, chui y xi, cuya reverberación equilibra la energía vital (chi) en cada uno de los órganos sobre los que actúan.
  • Los cinco animales es una serie de 10 ejercicios dinámicos y enérgicos, inspirados en prácticas chamánicas muy antiguas de carácter ritual y guerrero. Más tarde se relacionaron con los cinco elementos y su correspondencia con los diferentes órganos.

Ke Wen es una reconocida maestra que ha actualizado el chi kung y lo ha desarrollado en Europa. Se pueden conocer sus enseñanzas a través de la web tempsducorps.org y algunos videos en el canal de YouTube de Asia Salud.

5. evitar los cambios bruscos de temperatura

«Abrígate bien» dicen las madres a sus hijos y tienen razón porque conviene evitar los cambios bruscos de temperatura y el enfriamiento, que favorece las infecciones respiratorias.

Tomar el sol diariamente unos 30 minutos nos da el calor que tanto necesitamos y, además, es necesario para producir vitamina D, que regula la inmunidad y fortalece el sistema esquelético. Pero hay que evitar la sudoración. Por eso es buena idea vestirse en capas de prendas para poder quitárselas o ponérselas según la temperatura en que nos encontremos.

6. disfrutar de pequeños placeres en casa

Después del verano en que estamos muy activos, el otoño nos llega casi sin previo aviso y enseguida le sucede el frío invierno. Nuestro cuerpo es inteligente, pues reduce gradualmente el ritmo y secreta menos cortisol. La naturaleza nos invita a reservar la energía, a estar en casa, con la familia o a solas. Pequeños placeres, como tomar un buen té caliente en un ambiente acogedor, nos llenan de calidez física y emocional.

Al igual que la naturaleza, necesitamos un periodo de calma para reflexionar, cultivar la autoaceptación y el autoconocimiento. También para escuchar a los demás y para cuidar y madurar nuevas ideas y proyectos que florecerán en primavera.

7. promover la circulación de chi

Es recomendable que un tiempo antes de la llegada del frío empecemos a preparar el cuerpo promoviendo la adecuada circulación de chi para reforzar el sistema inmunitario y purificar el organismo. La medicina china ofrece varias terapias de enorme valor.

Acupuntura y acupresión: Las agujas de acupuntura pueden estimular el flujo de la energía vital hacia donde hace falta. El médico acupuntor decide los puntos en función del estado de cada paciente, pero es posible estimular determinados puntos con masajes o con los dedos (acupresión).

  • Hegu IG4 es uno de los puntos que a menudo se estimula con agujas o uno mismo con los dedos para prevenir o tratar las afecciones y molestias leves y comunes.
  • Se ubica en la base del pulgar, en el lado más interior de la membrana que lo une al dedo índice. Al ejercer presión sobre este punto se estimulan los meridianos que gobiernan la digestión y los pulmones. Además, se alivia cualquier tipo de dolor.
  • Puedes dibujar lentamente círculos con el pulgar mientras aplicas la presión con firmeza, pero sin que llegues a experimentar un dolor molesto.
  • Aplica la presión durante unos cinco minutos en cada mano. Puedes hacerlo varias veces al día o con la frecuencia que sea necesaria para que los síntomas desaparezcan. Pero recuerda que este es solo un tratamiento casero que no se puede comparar con los beneficios de una sesión experta e individualizada.

Moxibustión: Consiste en estimular los puntos de acupuntura mediante calor. Para ello se aproxima el extremo encendido de un puro de hojas de artemisa secas o carbonizadas. Un terapeuta puede enseñar tratamientos sencillos para hacer en casa sin riesgo de sufrir una quemadura. Se puede utilizar para aliviar dolores de espalda o de las articulaciones. También para estimular la energía del riñón, del pulmón u otros órganos. Para activar la inmunidad general se pueden calentar, los siguientes puntos durante 2-3 minutos:

  • Zusanli E36. Para ubicarlo, siéntate y separa del suelo los dedos del pie, manteniendo apoyado el talón: se encuentra en el punto saliente del músculo que estás activando, cuatro dedos por debajo de la rodilla.
  • Qihai RM6. Se halla dos dedos por debajo del ombligo.
  • Zhongwan RM12. Se encuentra por encima del ombligo, a cuatro veces la anchura del dedo pulgar.

Fitoterapia: Plantas como el astrágalo, el ginseng coreano, la canela, el jengibre, la cúrcuma o las bayas de Goji son elecciones excelentes durante el invierno. También lo son plantas de uso común en Europa, como el tomillo, el romero y la manzanilla, así como especias como el comino, el clavo o la canela por su contenido en antioxidantes y sustancias beneficiosas.